sábado, 14 de diciembre de 2013

Años 30

La década de 1930 llega con el crack del 29, la crisis comienza con el cierre de la bolsa de New York seguida de la crisis económica mundial. Esto afectaría en todos los ámbitos, porque muchos se quedaron sin trabajo y los que lo conservaban no ganaban lo suficiente. Así, la moda pasó a ser un lujo y se pasó a la idea de conservar lo que había en el armario. De todas formas, los diseñadores tendrían que adaptarse a esta situación de crisis y a las nuevas necesidades con materiales más baratos y sin artificios. Lo que marcaría esta época por su sobriedad.
El ajuste en este nuevo mercado que tenía un poder adquisitivo bajo, se consiguió gracias a la industria de la moda que introdujo el lino y las fibras sintéticas que eran más baratas, como el nylon y el poliéster, por lo que las medias pudieron ser más asequibles que las antiguas de seda natural. Las faldas se alargan y se marca la cintura para entallar la figura. El sombrero se agranda, y el corte de pelo es un poco más largo que en los años 20, y con sofisticadas ondas en la frente, el rubio sería el color de moda, tal y como lucían las actrices en Hollywood. También, aparecen los primeros pantalones para mujeres y los vestidos de punto.
Se impulsa entonces, un estilo más femenino y las siluetas se afinan y se crean vestidos drapeados, con pliegues que se abren en la parte de abajo aportando mucho movimiento, y también de estructuras frescas. En esta ocasión, la sensualidad llegará de la mano de los escotes pronunciados y las espaldas al aire, así como las finas sandalias que dejan entrever los dedos.







Sobre todo el referente de estilo para la década llegó con el cine sonoro y sus nuevas estrellas como fueron Greta Garbo, Marlene Dietrich, Katherine Hepburn, etc. Estas eran mujeres de hombros anchos y caderas delicadas, altas y delgadas. Se vive el momento de mayor glamour de Hollywood, que junto a las revistas difunden un estilo de vida que no se corresponde con la realidad.  Y además, los diseñadores crearán la imagen de “femme fatale” gracias a sus diseños que repercutiría  en el canon femenino de la época. Este se basaba en un aspecto cuidado de absoluta perfección en maquillaje, en vestuario, finísimas cejas, delgadez, cuerpo atlético y bronceado. Lo que conocemos como las grandes divas del cine de todos los tiempos, nacieron aquí, las actrices se esforzaban por convertirse en diosas perfectas, sin descansar de este aspecto, ni delante ni detrás de las cámaras. También otro elemento que impulsó las ideas de esta década, fue la fotografía, aquí apareció una generación de fotógrafos como Beaton, Man Ray o P.Horst que aportaron la idea y la visión del arte estético a través de la fotografía.




























En este punto, la sensualidad aparcaría en la espalda en vez de las piernas, y como ya se ha explicado, estaría resaltada por grandes escotes. Ahora la mujer estaba envuelta en encanto y un punto de misterio, de movimientos felinos y mirada dormida. Ahora sí, la mujer se saltaba los prejuicios morales por los que antes se ocultaba.
El maquillaje recargado que se llevaba en los años 20, ahora resultaba vulgar. Y para  ello utilizaban el perfilador de cejas, vaselina para dar brillo a los párpados, sombras en colores dorado, plateado, marrón, verde, azul y violeta, rímel, colorete, pestañas postizas y el carmín. Y más tarde saldría al mercado la base de maquillaje, con el que todas querrían hacerse para poder parecerse a las estrellas de cine, copiar su estilo y así, alcanzar ese ideal.








Los años 30, fue una década socialmente delicada, pero que nos dejó a grandes genios del textil como Jean Patou, Maggi Rouff, Madeleine Vionnet, Madame Grés, Marcel Rochas, Lanvin, Schiaparelli, Lucien Lelong, Nina Richi, Mainbocher, Travis Banton y Coco Chanel. Muchos de ellos inspirados por las corrientes artísticas vanguardistas, que hicieron de hilo conductor con la moda. 






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