Como ya avancé a finales de los 40, el New Look de Dior, consiguió
encauzar de nuevo la moda y volver al esplendor, porque después de tiempos
duros, de preocupaciones, mucho trabajo
y penurias, la mujer pudo vivir en la
tranquilidad de su hogar. Los primeros años de la posguerra devolvió a la mujer al hogar, a las
tareas de la casa y a volver a pensar en sí misma, darse pequeños gustos y ser
coqueta. El mundo dejaba una etapa atrás y la moda también lo reflejó.
Desde entonces, la mujer volvió a
preocuparse por su belleza, por su estética y su vestir. Debía ser una
excelente ama de casa, esposa, mamá y mujer. Todo ello debía quedar reflejado
en su cuidado y prolijo aspecto. Es por esto que la moda de los años 50 se
destaca por la vuelta del esplendor. Atrás queda el estilo austero y simple de los
años de guerra.
Pero en este look perfecta ama de casa, durante los años 50, la mujer se vio de nuevo atrapada en
un estrecho corsé, tanto en sentido literal como figurado. Tras haber apoyado a
su marido durante la guerra, deseaba volver a ser totalmente femenina, y para
ello renunció sin saberlo a parte del terreno ganado para meterse otra vez en
la cocina: representaba el ideal de casita en el campo, perfectamente decorada
a la última, con electrodomésticos que facilitaban las tareas y con un aspecto
impecable desde la mañana a la noche.
En los 50, el look de estas amas de casa perfectas, incluía
combinaciones de maquillaje como el azul turquesa en las sombras y el naranja y
rojo en los labios. El objetivo era
verse bellas y sexis, pero sin perder estilo ni elegancia. El peinado, de postizos tiesos por la laca, reflejaba aires
de artificialidad. Los trajes volvían a ser la parte principal del ropero de
muchas mujeres. La silueta se vuelve a forzar con una cintura muy estrecha, la
mujer avispa y por contraste, mucho volumen en hombros, pecho y las faldas eran
estrechas y llegaban a media pierna. Las chaquetas eran entalladas y presentaban
un pequeño faldón, como una solapa muy marcada no muy larga.
Las combinaciones de falda y blusa o bien de falda y conjunto, tenían mucha aceptación, que consistía en un jersey y una chaqueta de punto combinada, casi siempre del mismo color. Las mujeres estaban hartas del estilo masculino y vuelven las curvas. Comienza el culto a la belleza. Los zapatos se estilizan y son más puntiagudos, abrigos de paño, bolsitos al codo, y las más elegantes sombrero o pamela. Las jóvenes comienzan a dejar de ser clones de sus madres, inspiradas en las actividades deportivas, los pantalones pitillo, las zapatillas de ballet, el rock&roll...
Las combinaciones de falda y blusa o bien de falda y conjunto, tenían mucha aceptación, que consistía en un jersey y una chaqueta de punto combinada, casi siempre del mismo color. Las mujeres estaban hartas del estilo masculino y vuelven las curvas. Comienza el culto a la belleza. Los zapatos se estilizan y son más puntiagudos, abrigos de paño, bolsitos al codo, y las más elegantes sombrero o pamela. Las jóvenes comienzan a dejar de ser clones de sus madres, inspiradas en las actividades deportivas, los pantalones pitillo, las zapatillas de ballet, el rock&roll...
La mujer quiere volver a ser sensual, quiere dejar
en manifiesto sus curvas, pero sin ser muy provocativa. Ante todo está el
recato y el buen gusto, así es la esposa ideal, angelical.
En cuanto a la alta costura, los
diseñadores que marcaron la moda de estos años fueron Pierre Cardin, Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel y Givenchy. Cada uno con su estilo propio y personal,
vistiendo a figuras famosas que marcaron a toda esa generación: Marilyn Monroe, James Dean y
la hermosa modelo Brigitte Bardot.
Fuente: http://lamodaenelsigloxx.blogspot.com.es/, 50s Fashion: Vintage Fashion and Beauty Ads (Icons Series) Paperback
by Jim Heimann (Editor) , Laura Schooling (Introduction), La moda del siglo XX. François Baudot.
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