martes, 17 de diciembre de 2013

Marilyn Monroe

“Me gusta estar totalmente vestida, o si no totalmente desnuda. No me gustan las medias tintas”




Un icono de la moda y a su vez un mito erótico.  Norma Jeane Barker su nombre original, empezó su carrera como modelo que más tarde se convertiría en actriz, llegando a ser una de las actrices más famosas de Hollywood y uno de los principales símbolos sexuales de todos los tiempos. Su rostro pícaro y angelical acompañado por un sexy lunar la convirtieron en una de las mujeres más deseadas y de estilo imitado ininterrumpido durante el último medio siglo. Pero su explosiva belleza la condicionó artística y emocionalmente, obligándola a proyectar una imagen seductora y superficial que encubría su personalidad real, sensible e inestable desde la infancia tan dramática por la que pasó. 

La moda  la adopto en diferentes facetas, haciendo de ella una modelo para la eternidad. Aunque en vida no fue considerada un icono de la moda ella compartía, ese rasgo con otras mujeres que ya estaban dejando su legado en el mundo de la moda. El glamour de Marilyn se trasladaba más allá de lo que es estilo e inspiración, ella resumía por sí sola el tipo de ideal femenino. Por eso no seguía tendencias, no le hizo falta. Conocía su cuerpo y sabía lo que le favorecía.






















Con sus chaquetas ceñidas o sus amplios jerseys, sus pantalones cortos o por encima del tobillo o sus emblemáticos vestidos de vuelo ceñidos en la cintura, Marilyn creó en su época un estilo nuevo que consistió, más que en innovar, en adaptar a la vestimenta diaria prendas que realzaban el cuerpo.
Con su pintalabios rojo, su pelo rubio y su sugerente manera de vestir, construyó un prototipo de feminidad. Dos vestidos que enmarcan esto que acabo de decir son:  el espectacular vestido blanco, uno de los más famosos de la historia, lucido por el mito erótico de los cincuenta en la película "La tentación vive arriba". En ella, la actriz aplaca el calor veraniego con los respiraderos del metro de Nueva York mientras su vestido blanco de amplio vuelo se levanta dejando ver sus piernas.



Y el otro lo lució en la película "Los hombres las prefieren rubias", en la escena en que salía cantando la famosísima canción "Diamonds are a girl's best friend". De un intenso rosa, escote palabra de honor y un gran lazo al final de la espalda, Marilyn acentuó la sensualidad del modelo con unos largos guantes en el mismo tono.



Marilyn es un tipo de estilo imitado ininterrumpidamente durante el último medio siglo. Desde el peculiar rubio platino de sus cabellos ondulados hasta sus tacones de aguja.
Marilyn Monroe prodigaba una gran femineidad y vulnerabilidad, glamour y seducción muy estudiada y era muy consciente de sus dones como mujer rubia y atractiva sexualmente que a veces pasaba por tonta sin serlo; pero por otro lado, desarrolló  una personalidad impulsiva , depresiva y obsesiva que revelaba carencias de afecto en su niñez y juventud que a veces afectaban su desempeño en el plató. La vida de Marilyn no fue un camino rodeado de rosas, a los 36 años falleció como ya sabemos en circunstancias no esclarecidas.






Años 50

Como ya avancé a finales de los 40, el New Look de Dior, consiguió encauzar de nuevo la moda y volver al esplendor, porque después de tiempos duros, de preocupaciones, mucho trabajo y penurias, la mujer pudo vivir en la tranquilidad de su hogar. Los primeros años de la posguerra devolvió a la mujer al hogar, a las tareas de la casa y a volver a pensar en sí misma, darse pequeños gustos y ser coqueta. El mundo dejaba una etapa atrás y la moda también lo reflejó. 





Desde entonces, la mujer volvió a preocuparse por su belleza, por su estética y su vestir. Debía ser una excelente ama de casa, esposa, mamá y mujer. Todo ello debía quedar reflejado en su cuidado y prolijo aspecto. Es por esto que la moda de los años 50 se destaca por la vuelta del esplendor. Atrás queda el estilo austero y simple de los años de guerra.
Pero en este look perfecta ama de casa, durante los años 50, la mujer se vio de nuevo atrapada en un estrecho corsé, tanto en sentido literal como figurado. Tras haber apoyado a su marido durante la guerra, deseaba volver a ser totalmente femenina, y para ello renunció sin saberlo a parte del terreno ganado para meterse otra vez en la cocina: representaba el ideal de casita en el campo, perfectamente decorada a la última, con electrodomésticos que facilitaban las tareas y con un aspecto impecable desde la mañana a la noche. 



En los 50, el look de estas amas de casa perfectas, incluía combinaciones de maquillaje como el azul turquesa en las sombras y el naranja y rojo en los labios. El objetivo era verse bellas y sexis, pero sin perder estilo ni elegancia. El peinado, de postizos tiesos por la laca, reflejaba aires de artificialidad. Los trajes volvían a ser la parte principal del ropero de muchas mujeres. La silueta se vuelve a forzar con una cintura muy estrecha, la mujer avispa y por contraste, mucho volumen en hombros, pecho y las faldas eran estrechas y llegaban a media pierna. Las chaquetas eran entalladas y presentaban un pequeño faldón, como una solapa muy marcada no muy larga.
Las combinaciones de falda y blusa o bien de falda y conjunto, tenían mucha aceptación, que consistía en un jersey y una chaqueta de punto combinada, casi siempre del mismo color.  Las mujeres estaban hartas del estilo masculino y vuelven las curvas. Comienza el culto a la belleza. Los zapatos se estilizan y son más puntiagudos, abrigos de paño, bolsitos al codo, y las más elegantes sombrero o pamela. Las jóvenes comienzan a dejar de ser clones de sus madres, inspiradas en las actividades deportivas, los pantalones pitillo, las zapatillas de ballet, el rock&roll...
 La mujer quiere volver a ser sensual, quiere dejar en manifiesto sus curvas, pero sin ser muy provocativa. Ante todo está el recato y el buen gusto, así es la esposa ideal, angelical. 



En cuanto a la alta costura, los diseñadores que marcaron la moda de estos años fueron Pierre Cardin, Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel y Givenchy. Cada uno con su estilo propio y personal, vistiendo a figuras famosas que marcaron a toda esa generación: Marilyn Monroe, James Dean y la hermosa modelo Brigitte Bardot.

Fuente: http://lamodaenelsigloxx.blogspot.com.es/, 50s Fashion: Vintage Fashion and Beauty Ads (Icons Series) Paperback by Jim Heimann  (Editor) , Laura Schooling (Introduction), La moda del siglo XX. François Baudot.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Grace Kelly


Grace Kelly fue otra de las mujeres que dejaron marcado el mundo de la moda, y sigue siendo uno de los grandes iconos.


Grace Kelly nació bajo el seno de una familia adinerada en Filadelfia. Desde niña afloró su pasión por la actuación y por ello decidió dedicarse al teatro. Comenzó abriéndose camino en Broadway que poco a poco evoluciona y la ayuda a vincularse con el medio y que pronto, la llevará a Hollywood.  El público Estadounidense quedó enamorado de la dulce rubia . En los años 50 filmó su primera película Mogambo donde obtuvo su primera nominación al Oscar. Siguió representado papeles destacados en películas como "La ventana indiscreta", "Atrapar a un ladrón" y “Crimen perfecto”, tres trabajops que hizo con Hitchcock, esta sería su rubia favorita. También llegó a conseguir un Oscar con la película "La angustia de vivir".
Pero en fue en el Festival de Cine de Cannes en 1955, cuando conoció al que iba a ser su marido, Rainiero de Mónaco, y tras su boda en 1956 nunca más volvió a actuar.



Ya fuese dentro de la pantalla o fuera de ella Grace Kelly siempre sabía combinar la elegancia y el buen gusto con la última moda. Derrochaba estilo y glamour allá donde fuese. Por ello, su influencia en la moda es más que evidente, el “look Grace Kelly” destaca por tener unas líneas simples y suaves. Alcanzaba un estilo muy femenino con los vestidos de corte “lady”, para la noche vestidos de inspiración griega o los volúmenes XXL , “pantalones capri”, las camisas con lazos, eran los protagonistas en su armario.
Los colores por los que apostaba eran los tonos pastel que dulcificaban todavía más su imagen y el infalible “Black&White”. Era la reina de la elegancia.




Se destaca por su gran belleza y elegancia en todo momento, iba perfecta en los rodajes, en las ocasiones más espectaculares hasta en su vida diaria de ocio  paseando por Mónaco. Grace Kelly creaba una tendencia marcada por la sofisticación, con sus vestidos sencillos y distinguidos, como ya hemos dicho, y además, le encantaban los complementos, las joyas delicadas eran otro de sus atributos, los guantes de todo tipo, las maxi gafas y por supuesto, los zapatos. Su cabello rubio lo adaptaba siempre a la situación suelto y ondulados, con espectaculares recogidos con tiaras o con discretos moños bajos, estaba perfecta en todas las ocasiones.




Derrochaba estilo y glamour allá donde fuese, paseando por Mónaco, dando un paseo en barco o en alguna de las fiestas Todo lo que la princesa Grace tocaba, se convertía en tendencia.

Pero si algo le apasionaba a Grace Kelly eran los bolsos y los sombreros, turbantes y demás accesorios para la cabeza. De hecho existe un bolso que lleva su nombre. La casa francesa de alta costura Hermès lo bautizó con su nombre después de que la actriz apareciera en la portada de la revista Life en 1950 con el mítico bolso “Haut à courroies”.




Cuidaba hasta el último detalles de sus looks, siempre elegante, dulce y con glamour, con su melena rubia moldeada y un maquillaje natural que dejaba ver su espectacular belleza. Fue una auténtica visionaria de una moda que hoy día seguimos imitando.



Los años 40

Acostumbrados a una década donde se exigía la perfección en las mujeres y con un estilo un poco seductor, se produce un nuevo cambio. Llegan los años 40, eran tiempos difíciles, por este motivo la imagen adecuada era la de una mujer adulta y sensual pero en ningún momento provocativa y frívola.   En este periodo se inicia la II Guerra Mundial y la Guerra el sector de la moda y por ello las vestimentas se vuelven mucho más sobrias. Reflejan la situación del momento porque los recursos son limitados y se aleja de cualquier ostentación. Se utilizaban tejido pobres y de baja calidad porque no se podía invertir en comprar telas por lo tanto había escasez de material. Fueron 7 años en los que predominaron los colores grises igual que la austeridad, hasta que Christian Dior en 1947 crea el New Look que hace renacer a la Alta costura llevándola a su época dorada. Pero mientras, todo se volvió muy conservador, usaban trajes de chaqueta que muestran una fuerte inspiración militar, con chaquetas cortas y estrechas. De este aire militar nacen las hombreras, porque los trajes se adaptaban a una imagen masculina, con una figura ancha de hombros y en la parte inferior rectas, pero la cintura se anhelaba lo mas angosta posible. Uso de telas rígidas, grises y que carecían de estampados. Era un estilismo muy recatado que tenía pequeños escotes, los largos de las faldas iban por debajo de la rodilla y era un look a base de conjuntos: vestidos o trajes de falda y chaqueta.




























El cabello ya no se usaba corto, a lo chico. Por el contrario se recogían las melenas con moños altos o se usaban pañuelos a modo de turbante que era lo mas practico para disimular los cabellos descuidados por la necesidad y la escasez de recursos de una época marcada por la guerra. 
Paro conseguir cierta elegancia en esta nueva imagen lo que hacían era combinar los trajes con accesorios como, pequeños bolsos, cinturones, guantes, sombreros, abrigos o chaquetas y los zapatos de plataforma o de tacón alto y ancho, con la punta redondeada, era un calzado sencillo y funcional pero funcionaba.

Los principales diseñadores de esta época fueron Christian Dior, Pierre Balmain y Hubert Givenchy  que consiguieron devolverle a la moda el glamour y la elegancia gracias al New Look, al nacimiento de los stiletto y se consigue recuperar la silueta de la mujer realzando sus formas femeninas y sofisticadas.



La moda de la postguerra se perfila otra vez la figura femenina, los diseños florales y las telas de algodón, que después de la II Guerra Mundial y extendida hasta parte de los años 50, esta moda era híper sofisticada y elegante. Buscaba destacar la feminidad de la mujer resaltando su figura y valiéndose de las faldas largas y ajustadas.los vestidos de noche Eran la personificación de la elegancia: largos, con escote profundo y hombros al descubierto.

Un vestido o un traje no era nada sin los accesorios, en esa época eran importantísimos. Se llevaban guantes, broches grandes y brillantes, joyas muy llamativas y sombreros de todas las formas, tamaños y estampados, también se usaban mucho las pieles, que eran básicas en los 40. Se usaban en abrigos, gorros, en bufandas, siempre procurando que combinaran lo máximo posible.




domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Qué nos ha quedado de los años 50?

Las pasarelas más prestigiosas siguen mostrando colecciones basadas en el estilo clásico de los años 50. Este look que estuvo marcado por la Edad de Oro de Hollywood y que ahora, volvemos a recuperar el estilo de una década en la que la feminidad era lo más importante.
No es difícil conseguir este look si contamos con una chaqueta entallada junto una falda lápiz hasta la rodilla. Este es un conjunto total de los años 50, pero para darle un toque de actualidad, podríamos combinar ambas prendas por separado y quedaría una fusión perfecta para obtener así, un look más casual.



Los vestidos ceñidos en la cintura con el largo debajo de la rodilla define esta época y su feminidad, aquel momento en que se vuelven a mostras las curvas y la silueta femenina en general, tras una época anterior de sobriedad. También, el vestido más romántico de todos los tiempos es el que utilizaban las estrellas del Hollywood clásico, su longitud les da un aire etéreo e inocente, de tonos suaves y pasteles, estampados florales.







Las piezas encaje ayudan a definir la silueta, siendo este el tejido más femenino de la historia. Este ha estado muy de moda durante los últimos años, siendo muy visibles en las colecciones sobre todo de Dolce&Gabbana.






Y por último, los accesorios son fundamentales pañuelos de seda al cuello o sobre la cabeza. Sombreros de fieltro, gafas de sol dramáticas, guantes de cuero, grandes colgantes, cinturones anchos para comprimir y resaltar la figura femenina.




Retales de los años 20


Esta sección de Actualidad os preguntareis a qué se refiere. Pues va dirigido a todas aquellas prendas, complementos o accesorios, formas o estilos de vestir que con el paso de los años siguen perdurando en el tiempo llegando hasta nuestros días.
Por tanto, tal y como el título de esta entrada indica comenzaré por orden cronológico hablando de aquellos retales que nos dejaron los años 20. Que después de explicar su historia ya tenemos una base del momento en el que estaba la sociedad, cómo la mujer comienza a ‘desmelenarse’ como quien dice, el concepto de Flapper, el corte de pelo a lo garçon, los vestidos de flecos y los turbantes o cintas en la mitad de la frente.

Así que, para empezar hay que decir que las modas pasadas ahora en la actualidad están de moda, aunque suene algo contradictorio es verdad. Es lo que conocemos con el concepto de “Vintage” y todo lo que parezca o sea de segunda mano, de años y épocas anteriores está de moda. Con lo cual podemos encontrar prendas así como estilos renovados y actualizados, pero que guardan la esencia de todas las épocas anteriores. Y llega la pregunta de ¿cómo han adaptado los diseñadores este estilo de moda de los años 20 a nuestros tiempos?.

Las colecciones de diseñadores de la talla de Gucci, Ralph Lauren, Armani, Chanel siguen inspirándose en el Art Déco de los años 20 y lo reinventan destacando sobre todo vestidos de gasa de seda negra con bordado de hilo de oro y con dibujo geométricos, egipcios, aztecas e influencias exóticas, las cinturas caídas, vestidos sueltos, encajes, pieles, abrigos, accesorios de collares, perlas, sombreros y bordados. Y de lo más utilizado por el diseñador, las formas limpias y elegantes que se consigue marcar utilizando el eterno binomio blanco&negro.




Otro de los looks inspiradores se basa en conjuntos con líneas mucho más rectas, con un sentido de lo práctico y la utilización de materiales nobles de influencia japonesa.  La silueta recta y larga cola todavía tiene reminiscencias. También la combinación de los atuendos con una chaqueta de vestir con una chaqueta de tela bordada que marquen la silueta de los años 20.












Los tonos claros, pasteles, gasas y plumas con sonido de Charleston tan inspiradores.




Los ornamentos son las favoritas de los diseñadores, aportan un toque de feminidad, lujo y elegancia: Los sombreros y los tocados fueron uno de los fuertes de estos años. Así como su múltiples complementos, como collares de perlas, pendientes, bolsos acharolados o pequeñas carteras y zapatos tobilleros, que podemos encontrar ahora fácilmente sobre todo, en colores combinados como los dorados, negro y verdes y también en tonos dorados, brillos y negros.